¡Viva el 1 de Mayo!

El 1 de mayo nos echamos a las calles porque los derechos no se defienden ni se conquistan solos. Esta es la historia de algunos hombres y mujeres que lo dieron todo para que los trabajadores de hoy gocemos de algunos derechos. ¡No dejemos que los destruyan!

El traje nuevo del emperador

El día internacional del trabajo, que se celebra el 1 de mayo, es festivo en España y en muchos otros países. Se estableció por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional celebrado en París en 1889. Es una jornada de reivindicación de los derechos de los trabajadores y de homenaje a los trabajadores ejecutados en 1886 en la ciudad de Chicago por pedir la jornada de trabajo de 8 horas. ¿Será Bangladesh el nuevo Chicago? Esto es lo que ocurrió entonces:

Chicago en el siglo XIX

A finales del XIX se habían levantado en el extrarradio de Chicago barrios de infraviviendas en las que se hacinaban los obreros fabriles. Aunque muchos de estos trabajadores eran campesinos sin tierra llegados del centro del país, el Chicago de la época era, en cierto modo, una ciudad de «extranjeros» arrastrados por el sistema económico a la periferia de una ciudad industrial…

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Esas pequeñas cosas*

8marzo

Todo empieza en la infancia. Son gestos, palabras escuchadas pero, sobre todo, jamás oídas. Detalles que no puedes precisar bien y que no cuentas para que no traten de resentida o exagerada. Seré yo y mi circunstancias, piensas, pero has crecido creyendo que no tienes demasiadas habilidades y que si has conseguido algo de reconocimiento ha sido por suerte. Entonces un día te da por leer artículos académicos y descubres que no existen diferencias significativas en el Coeficiente Intelectual entre hombres y mujeres, pero las mujeres tienden a subestimar sistemáticamente su propia inteligencia mientras los hombres la sobreestiman. Vaya, te dices a ti misma, entonces no soy yo, sino el entorno donde todos nos socializamos. Y comprendes a continuación que esa autopercepción negativa ha actuado como freno y que probablemente no has intentado cosas porque no te creías capaz, aunque no existieran normas o vetos externos que te lo impidieran.

Pero pese a todo has estudiado, por supuesto, y, aunque no lo piensas mucho, sabes que ha sido gracias a todas las feministas que lucharon antes de que tú nacieras, y de las que nadie se acuerda excepto para decir que ellas sí eran buenas feministas, porque querían cosas importantes de verdad, no como las de ahora, que sólo se preocupan del lenguaje y que se enfadan, ingratas, si un «caballero» pretende cederles el asiento en la guagua. Eso es lo que oyes, ojo, no es que tú lo creas, aunque reconoces que a veces se te ha pasado por la cabeza que algunas exageran y que no es para tanto porque a ti nadie te ha impedido nada, aunque recuerdas que tu hermana mayor te contó una vez que a tu padre no le hacía gracia que fuera a la universidad y tuvo que intervenir el abuelo, que se volvió moderno con la edad. Pero tú eres de otra generación y se daba por hecho que ibas a estudiar algo de ciencias y no sólo nadie te puso ninguna pega sino que además tu padre lo contaba orgulloso. Bueno, es verdad que eso de que las mujeres son peores en matemáticas era un lugar común, y también que un profesor decía en clase que las pocas chicas que había estaban buscando marido, pero era un vejestorio al que nadie tomaba en serio. Y no es menos cierto que otro llegaba a veces medio borracho y se permitía comentar tu aspecto y te miraba las tetas pero no lo comentabas mucho para que no te llamaran presumida porque «a ver si te crees que estás tan buena».

Después conseguiste un trabajo y por supuesto que cobras lo mismo que tus colegas, no se te pasa por la cabeza que pueda ser de otra manera. Claro, que te das cuenta de que hay empleos peor pagados que el tuyo, el de limpieza el peor, y sólo hay limpiadoras, no sabes muy bien por qué. En tu trabajo es distinto, ahí estás en minoría, pero te han contado que a las mujeres no les interesan los temas técnicos y te has quedado más tranquila con la explicación porque si a ti nadie te ha impedido hacer los que haces, a ellas tampoco, razonas. A veces estás incómoda, es cierto, porque sientes que tus sugerencias no se toman muy en serio. Reconoces, eso sí, que tienes muchas dudas y asumes que puedes estar equivocada. Lo raro es que has visto que la misma idea se ha aprobado cuando la ha expresado un compañero aunque a lo mejor es que no te oyen bien porque tu voz no es tan potente como la de ellos y te interrumpen en las reuniones. Un día te quejaste y te dijeron que eras demasiado educada y en el fondo lo sentiste como un elogio porque lo peor que te pude pasar es que te llamen mandona, como a tu compañera, de la que se dice que los pone a todos «derechitos como velas» porque es muy buena liderando a su equipo. De todas maneras, te da la impresión de que con frecuencia las decisiones se toman fuera porque «los muchachos» suelen irse de cañas al salir y curiosamente al día siguiente siempre están de acuerdo en todo. Nunca te piden que vayas con ellos pero cada uno es libre de pasar su tiempo de ocio con quien quiera, faltaría más, y sería el colmo del patetismo que te autoinvitases. Además, se supone que tu puedes ir con «las chicas» pero solo son dos y nunca propones nada porque sabes que a tu compañera le supondría un problema organizarse con los chiquillos para poder irse de cervezas.

Tú siempre te has creído muy moderna pero intuyes que las cosas han sido algo más difíciles para ti y, sin embargo, te cuesta precisar exactamente por qué. Para ti fue una sorpresa enterarte de que el año en que naciste aún no había igualdad legal pero sabes que ahora sí la hay. Es difícil de explicar. Son esas «pequeñas cosas».

*Cristina Zurita, coordinadora de IU La Laguna y miembro de la Permanente de Unid@s se puede

Ciencia y política*

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La popularización de la ciencia, –o al menos de sus elementos más simples–, y los indiscutibles avances tecnológicos de nuestra época han contribuido a que entre el público se haya instalado una suerte de optimismo positivista que, en su versión más entusiasta, toma la forma de cientificismo. El cientificismo vendría a decir que todo el conocimiento es científico y que por tanto los métodos propios de la ciencia son aplicables a cualquier ámbito. Si el cientificismo al servicio de las inquietudes humanas podría calificarse de ingenuo, y hasta arrogante, en política se vuelve peligroso al derivar inevitablemente hacia posiciones autoritarias. La política tiene una dimensión ideológica ineludible y negarla sólo significa que se acepta, implícitamente, la ideología dominante. La palabra «tecnocracia» es un eufemismo porque no es posible tomar decisiones sin participar de una determinada visión del mundo. Cuando la ideología queda oculta, cubierta por una envoltura de supuesta objetividad, es bastante posible que esté al servicio de las clases que, desde una posición de fuerza, han sido capaces de imponer su hegemonía. Sin embargo, la política no puede operar en el vacío. Cualquier actuación que pretenda asentarse sobre el terreno necesita conocer el medio, las condiciones donde va a desarrollarse. Y en lo que respecta al conocimiento del mundo físico, nada ha resultado ser más efectivo que el método científico. De hecho, la ciencia no debe entenderse como un corpus teórico abstracto sino que, probablemente, es el método el que la defina. Son científicos aquellos procedimientos de investigación que nos permiten llegar a conclusiones que pueden ser corroboradas intersubjetivamente por personas que no tienen por qué compartir nuestras creencias.

La elección entre un sistema de salud público o uno privado es una cuestión política; decir que un modelo matemático favorece la gestión privada es cientificismo al servicio de la ideología neoliberal. Sin embargo, para decidir si se financia con dinero público, digamos, la imposición de manos como terapia contra el cáncer, se necesitaría el aval científico (un aval que por ahora no existe por lo que sería una grave irresponsabilidad hacerlo). Y se necesita por una sencilla razón: porque el consenso, de existir, tiene que estar respaldado por evidencias; si no las hay ¿cómo podemos asegurar que algo funciona? El método científico arbitra entre diferentes hipótesis que pasarían de ser cuestiones «opinables» a conclusiones verdaderas o muy probablemente verdaderas. Podrá ser imperfecto, lento, podrán existir ejemplos de mala praxis, podrá debatirse desde la filosofía qué se entiende por «verdadero»…pero por ahora es el único que se ha demostrado eficaz para construir conocimiento. ¿Alguien conoce algo mejor?. De hecho, el prestigio de la ciencia es tal que, irónicamente, lo habitual es que el pensamiento mágico busque respetabilidad pasando por científico. La gran paradoja es que la propia ciencia se cuestiona dando argumentos que le han sido robados, imitando torpemente sus métodos; por eso muchas creencias se autodenominan ciencias –para hablar con propiedad habría que añadir el prefijo «pseudo»– cuando lo primero sería lo más ajustado y honesto. El que asegura curar el cáncer con sus manos no hablará de «magia», sino de «campos magnéticos», y muy probablemente de «energía». Pero si algo tiene el método científico es que es transparente y compartido por toda la comunidad científica, y en ese sentido podría ser calificado de democrático. Toda idea, por muy irracional que parezca, –por ejemplo la imposición de manos–, es susceptible a ser formulada como hipótesis y convenientemente comprobada. Es más, los resultados no sólo pueden, sino que deben, ser reproducibles por cualquier grupo de investigadores, independientemente de su cultura, creencias e ideología. El método científico es una herramienta poderosísima, probablemente el mayor logro del intelecto humano: no usarla es una grave irresponsabilidad política.

*Cristina Zurita, coordinadora de IU La Laguna y miembro de la Permanente de Unid@s se puede

Valoración de los resultados de las elecciones generales

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Desde Izquierda Unida La Laguna celebramos enormemente la elección de Alberto Garzón y Sol Sánchez para el Congreso de los Diputados, nuestra voz será oída en Madrid otros cuatro años más. El escaso número de congresistas no debe distraer el buen resultado de Izquierda Unida-Unidad Popular con 923.000 votos a lo que hay que añadir el excelente resultado de las convergencias tanto de Galicia como de Cataluña, que aumentan significativamente tanto los votos como los escaños obtenidos. Una vez más la ley electoral nos perjudica hasta el punto de que Coalición Canaria ha necesitado 12 veces menos votos que nosotras para sacar representación parlamentaria. Seguiremos luchando para cambiar esta injusta realidad.


La lectura en clave local también es positiva: en todo Canarias el resultado global de IU-UP ha sido 3.12%, en la provincia 3.29% mientras que en La Laguna el resultado sube hasta el 4.25%. En Tenerife este resultado sólo es superado por Arafo con un excelente 6.2%, con nuestro candidato Francis a la cabeza y por el vecino Tegueste 4.49%, nutrido en parte por el trabajo de militantes de la Laguna.


Obtenemos mejores resultados que los otros municipios con alta población de la isla donde también hay asambleas fuertes y representación municipal, más de medio punto porcentual. Además sacamos más votos y más porcentaje que en las pasadas elecciones al cabildo y al gobierno canario, marcando una clara progresión de ascenso.


Es público, notorio y, en muchos casos, bien valorado que la asamblea de IU La Laguna lleva en su ADN político la idea de confluencia, por la que hemos tenido que superar múltiples obstáculos y por la que seguiremos luchando desde hoy mismo. Creemos que este buen resultado relativo es un reflejo de esta apuesta por la convergencia y que aún hay mucho camino por recorrer para que las fuerzas trasformadoras sigan creciendo.


Otra buena parte de este buen resultado puede atribuirse al hecho de que hasta cuatro compañeros y compañeras de las 12 que componían las listas de IU-UP son de la asamblea de IU La Laguna, dos de ellas en puestos de salida tanto al Congreso como al Senado. Se ha hecho un buen trabajo de visualización durante la campaña electoral a pesar de haber tenido que soportar duras críticas por sostener que el trabajo en el espacio Unid@s Se Puede era vital y no podía ser desatendido. Agunas acusaciones recibidas en clave interna no han mermado nuestra ilusión por un proyecto de nuevo país.


El producto final de esta ilusión y entusiasta trabajo nos da ánimos para seguir trabajando, por el bien de nuestra organización IUC, de nuestras vecinas y vecinos de La Laguna y por todas y todos los canarios que habitan esta bella tierra.


Salud y República.